jueves, 15 de octubre de 2009

capítulo 17

Pelea

(Desde el ponto de vista de Sony)


Pese a que había fingido indiferencia a lo que acababa de ocurrir me había jodido bastante, ¿pero quien se creía que era? Tal vez mi cuerpo no le parecía apetecible, miré con algo de disimulo mis pechos, vale tampoco era nada descomunal, pero ¿tan mal estaban?

-No es por tu cuerpo…-dijo Ram- en verdad estas bastante buena para tu edad…

-Entonces ¿por qué me rechazas?

-Te lo he dicho, eres muy pequeña, ¿vas a seguir con esta discursión mucho más?

-Sí, porque me has hecho mucho daño, te he visto quería hacerlo tío, al menos será mejor que lo hagamos a que te mates a pajas ¿no crees?

-Primero, no me mato a pajas, segundo, sería mejor que lo hiciera a que perdieras tu virginidad a los catorce, y tercero, si la gente de tu instituto se enterara ¿te crees que te trataría como una heroína? Pues no, te tratarían como una puta, así que hazme caso, no pases de morreos.

No le respondí, aparté furiosa la vista y miré por la ventanilla a la carretera, tenía la mandíbula apretada y parpadeaba para contener las lágrimas que ya afloraban en mis ojos. Tonta. Tonta. Tonta. ¿La había cagado? Por el tono de voz de Ram le había jodido bastante… le miré un segundo por el rabillo del ojo. Estaba nervioso. Me mordí el labio, tenía que pedirle disculpas, pero él también se había pasado…

Suspiré.

-Lo… lo siento.

Con ojos entristecidos me miró.

-Yo también lo siento, a mí también me fastidió que me rechazaran.-Le miré con curiosidad.-Yo también quería probar cosas nuevas ¿sabes? Al principio no entendía que la chica no quisiera, pero cuando maduré un poco lo entendí…-Se encogió de hombros-hizo l correcto aunque yo no lo creía, y ahora te pasa igual a ti…

Titubeé, no sabía que decir, sonrojada miraba mis manos entrelazadas encima de mis rodillas, hasta que finalmente le dije.

-Los siento, soy gilipollas.

-No, gilipollas no… yo diría adolescente con hormonas revolucionadas…

Puse los ojos en blanco y resoplé ruidosamente, me acerqué a él tanto como el cinturón de seguridad me lo permitía, casi ni llegaba a su rostro, pero conseguí darle un pequeño beso en la mejilla.

-Gracias de veras…

Rió entre dientes.

-¿Qué?

-Acabamos de tener nuestra primera pelea…

Le miré sin entender donde le veía la gracia a que nos acabáramos de pelear.

-No te pongas así, que yo te quiero mucho.

-Pues no lo parece.

Se encogió de hombros.

-Simplemente me ha hecho gracia, no seas tan sosa…

Resoplé, seguimos en silencio con la música de “Muse” resonando por todo el coche, al fin con las últimas notas de “Starlight” llegamos a la puerta de mi pequeña casa.

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