sábado, 12 de septiembre de 2009

Capítulo 11

Deseo

(Punto de vista de Jenny)


Nuestra reputación del prototipo de familia envidiable por su felicidad, vecinos agradables, simpáticos que nunca se meten en problemas, había pasado a la historia, al final habíamos acabado en comisaría esposados, los policías negaban con la cabeza lamentablemente, yo me había acurrucado en una silla, enfadada con todos, con mis padres por haberle dado la razón de que teníamos que escuchar a Sonia y a Rob, con mi hermana por haberse unido a mi ex, y a Rob… bueno simplemente le odiaba. Mis padres estaban rojos de vergüenza, ni siquiera se habían atrevido a levantar la vista, permanecían cogidos de la mano en silencio y mirando al suelo. Sony había apoyado la cabeza en el hombro de Rob, y él jugueteaba con el pelo enredado de mi hermana. Parecían los únicos contentos de estar aquí.

-A ver ¿me podría alguien explicar que ha ocurrido?- dijo uno de los policías.

Todos se dirigieron unas cómplices miradas, pero yo no me moví, al final mi padre tomó la palabra.

-Sonia, había desaparecido, y volvió a casa con Roberto, que es el exnovio más reciente de nuestra otra hija Jennifer. Jenn pensaba que él la había secuestrado, y al verlos aparecer quiso atacar a Rob, nosotros alarmados por el jaleo bajamos e intentamos poner un poco de orden pero al final acabamos tirándonos los unos a los otros de los pelos, supongo que los vecinos os llamarían.

El policía asintió tratando de memorizar todo ocurrido, nos miró detenidamente uno a uno y después le dio permiso a mi hermana para que hablara.

-Él no es Rob.- Dijo simplemente, levanté la cabeza extrañada y me quedé mirando a Rob, o quien quisiera que fuera.

-¿A qué te refieres?- la interrogó el policía.

-Son hermanos gemelos, este es Ram, quiero decir Ramón. Rob no se lo había dicho a mi hermana porque Ram vivía fuera de aquí y no quería que ella se hiciera un lío.

Todos nos quedamos en silencio mirando a Ram, ahora que Sony lo decía sí que notaba un poco diferente a Ram, sus ojos… eran más claros, en vez de ser el marrón chocolate de Rob eran un todo más claro, entre oro y chocolate, al ver mi mirada de confusión el me dedicó una tímida sonrisa y volvió a bajar la vista hacia el pelo de mi hermana. Ella se recostó aun más en su hombro y él la rodeó con sus musculosos brazos, tal vez hubieran sido imaginaciones mías pero creía haber visto en los ojos de mi hermana… ¿deseo? No lo sé… pero todo era muy confuso, volví a dejar caer mi rostro en mis manos, el pelo ocultó mi cara, pestañeaba insistentemente para que las lágrimas no se escaparan, mi hermana era demasiado pequeña para él. Una chica de catorce… si acababa de entrar en la adolescencia, claro que había deseo en sus ojos, deseo de probar cosas nuevas, y había encontrado aparentemente al chico perfecto, los dos se abrazaban y eso que solo había transcurrido un día. Pero por lo que lloraba era por otra razón muy diferente… sentía celos, vaya tontería… pero era cierto, no me lo podía negar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario