miércoles, 12 de agosto de 2009

Capítulo 2

MI Hermana, La Jenny

(Punto de vista de Sony)


Por suerte no era ningún ladrón ni nada por el estilo, solo era mi hermana con su novio.

-¿Qué haces aquí, Enana?

-Papá y mamá se han ido de cena, estoy yo sola en casa. Tenía tanto miedo…-unas lágrimas resbalaron por mi rostro, y eso la ablandó un poco. Sólo no llevábamos dos años, y aunque se hacía la dura las dos estábamos muy unidas.

-Ey… tranquila, ahora estoy yo aquí ¿vale?

No podía responder verbalmente a causa de los sollozos y las lágrimas, así que simplemente asentí con la cabeza.

-¿No íbamos a estar juntos?-el novio de la Jenny era muy plasta.

-Íbamos. Ahora tengo que cuidar de Sonia.

-Oh, venga, ya no es una cría, aunque lo parece.

-No te metas con ella, que es mi hermana.

-Y yo soy tu novio.

-Eras mi novio.

-¿Qué insinúas?

-Que te dejo, estoy harta de ti. No eres más que un tiquismiquis pijo.

-Pues me voy, pero luego no quiero sms pidiendo disculpas, ni llamaditas a todas horas.

-Tranquilo, no voy a caer tan bajo como para llorar por ti.

Él tenía las manos en forma de puños, y tanto las apretaba que los nudillos estaban blancos, las venas de los brazos se le marcaban y casi podría asegurar que temblaba de ira. Por un momento pensé que iba a pegar a mi hermana. Pero se contuvo, volvió a abrir las manos y lentamente volvió a recomponer su compostura, una sonrisa maliciosa apareció en su rostro, y sus ojos brillaban divertidos, no lo entendía… ¿Qué tenía eso de divertido? Pero si mi hermana acababa de cortar con él, y hace unos segundos estaba lleno de ira, ¿qué le había hecho cambiar de opinión? Se acercó al rostro de mi hermana, y le susurró algo al oído, de repente su rostro cambió de enfado al miedo. Yo estaba detrás de ella, y observaba atónita la escena. Cuando terminó de decirle eso tan importante me dedicó una mirada, yo me hache hacia atrás, tan solo fue un acto reflejo, pero él lo notó y volvió a sonreír, después se dio media vuelta y tras mirar una última vez a mi hermana se dio la vuelta y se marchó.

Tardó un rato en recomponerse, lentamente de dio la vuelta y aunque su rostro mostraba una sonrisa, falsa, me dijo un simple <> En sus ojos aún brillaba el miedo y la incertidumbre.

-No deberías haber hecho eso por mí.

-No solo lo he hecho por ti, ya me tenía harta, ¿sabes qué? Creo que paso de tíos…

Eso no me calmó, ¿qué le había dicho al oído para que tuviera tanto miedo? Normalmente prefiero pasar de los problemas, pues la mayoría de ellos me causaría más temores, pero esta vez era algo serio, mi hermana no se asusta tan fácilmente, ella heredó todos los genes valientes, mientras que yo me quedé con los cobardes, pero preferí no presionarla, porque supe que a parte de que no hablaría de ello, simplemente me apartaría de la verdad, y su gran capacidad de convicción me haría cambiar de opinión.

No hay comentarios:

Publicar un comentario