Ram
(Punto de vista de Sony)
-¿Qué haces aquí Rob?
-Que yo sepa vivo aquí.
-No, tienes un apartamento compartido con tus compañeros de Bach. Largo de aquí.
-Ni que te molestara mi presencia hermanito…
-Tal vez me moleste, largo.
-Bueno… teniendo en cuenta que papá y mamá no están aquí supongo que tienes el control de esta casa, así que me iré, pero puedo volver en cualquier momento, no lo olvides.- Dicho esto el aparentemente Rob se fue.
El “otro Rob” suspiró, y me llamó.
-¡Sonia, ven a la cocina, te tengo que contar algo!
Temblando abrí la puerta del armario en el que me había ocultado, aún tenía el cuchillo en la mano y lo mantuve bien alto, aunque sabía que no iba a ser capaz de utilizarlo si llegaba a producirse el caso.
-¿Quién eres?
Él suspiró, en sus ojos se veía que estaba avergonzado y triste a la vez.
-Yo… verás… él… es Rob, es el ex de tu hermana, y yo soy su hermano, vine hace dos semanas aquí, a él no le había dado tiempo a contárselo a Jenn, no quería que te enteraras así.
-¿Quién eres?-repetí.
-Soy Ramón, Ram para los amigos, soy 5 minutos más mayor que él, tengo 16 años, me fui a Madrid a estudiar, pero e decidido volver aquí, no aguantaba más ese ritmo de vida, y bueno, siempre e sido más romántico y pensé que si iba a hablar con ella se desenfadaría y volvería con él. Siento haberte mentido, haberos mentido…
-¿Me vas a llevar a casa?
-Claro, yo… bueno, espero que no te enfades demasiado, me gustaría ser tu amigo.
-¿Me secuestras y quieres ser mi amigo? Además ¿cómo voy a diferenciarte del cabrón de tu hermano?
-Fácil, mira yo tengo en el cuello una marca ¿la ves?
Me acerqué, tenía una marca, probablemente producida por un accidente infantil.
-Eso tuvo que doler…
-No lo recuerdo, siempre e tenido la cicatriz, según mi madre me caí de la cuna y me clavé un juguete.
Nos quedamos un instante en silencio, pensativos… Hasta que yo rompí el silencio.
-Mira Ramón…
-Llámame Ram.
-Ram… tú me caes bien, pero mis padres... no sé tal vez se molesten si soy amiga tuya. Ya sabes me has secuestrado y… no creo que les caigas bien.
-No tienen por qué saber que te secuestré.
-¿A qué te refieres?
-Podrías decir que te escapaste, y esta mañana te e encontrado, y ya de paso les contamos la verdad de mi hermano y de mí.
-Sería una buena idea.
-Pues ponte la ropa de ayer, resultará más creíble, y no te peines ni te laves, así parecerá que has dormido a la intemperie.
-Vale.
-Espera.
-¿Qué ocurre?
-Me… me gustaría mantener el secreto de la cicatriz.
-Claro, pero ¿cómo demostraremos que eres Ram y no Rob?
-Solo nos tienen que ver juntos… además, yo siempre voy con una sonrisa en la cara, el suele ir serio, ¿no te parece?
-Puede que tengas razón… bueno, voy a cambiarme de ropa.
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