domingo, 20 de diciembre de 2009

Epílogo

Camino de sangre

(Narrador)


Todo quedó en silencio, los pájaros dejaron de entonar sus cantos, los motores de los coches se silenciaron, todos los peatones callaron, pero ese silencio tan sobrenatural tan solo duró un segundo, después todo fue un caos, varios gritos rompieron el silencio, todos fueron corriendo hacía ese lugar…

El cuerpo de una chica de apenas unos 14 años, un cuerpo visiblemente dañado, extremidades en posturas extrañas, y un cerco de sangre alrededor de la cabeza de la chica avisaban de lo mal que se encontraba. ¿La suerte? Estaba al lado del hospital. ¿La mala suerte? La caída le había roto el cuello, su corazón ya no latía, su respiración ya no se percibía. Y mientras una sombra observaba todo desde la azotea del hospital, con una media sonrisa, se alejó del lugar del crimen, y fue decidido a una habitación en la que solo había estado una vez antes. Una chica reposaba dormida en una cama, en su cara se vislumbraba el agotamiento y el sufrimiento que unas semanas habían provocado en ella, el chico la besó en la frente, y más tarde en los labios, llevó la mano de la chica a su mejilla mientras le susurraba al oído que nunca la había dejado de amar. En la mano de la chica dejó un sobre, y se fue por dónde había entrado, se fue para no volver a ver al amor que le había hecho cometer grandes atrocidades.


Los policías tiraron la puerta de la casa, la registraron, al llegar a la habitación de Roberto él yacía en la cama con la muñeca ensangrentada y una cuchilla en la mano.

Llegaba el momento, el cuerpo estaba ya en el ataúd, lo iban a cerrar.

-¡Esperad!-dijo una chica, la hermana de la fallecida.

Se acercó hasta su hermana y depositó en sus manos la carta que Rob había dejado en sus manos semanas antes, la cual recitaba la amenaza que había dado comienzo a toda esta historia “Haré que Sonia muera de una manera u otra.” Después se apartó e hizo un asentimiento de cabeza, cerraron el ataúd, y lo introdujeron en el agujero que había al lado, esa fue la última vez que se vio el rostro de Sonia. Esa misma noche su hermana se ahogaba con una almohada, y sus padres, los cuales había perdido todas las ganas de vivir, hacían un suicidio en pareja con las pastillas para dormir.


Carlos... la única persona que no ha muerto, la única persona que se ha librado de este baño de sangre... un chico que amaba a Janny, un chico que recivió tratamiento psicologico y salió adelante, aunque nunca estubo con ninguna chica, su corazón pertenecía a Jenny, y Jenny había muerto con él...


¿Se encontrarían algún día en algún lugar? ¿Volverían a ser felices juntos, aunque fuera en la otra vida? Quien sabe, tal vez haya un Dios, tal vez haya otra vida, pero solo tal vez… Yo solo os cuento lo que sé, os cuento una historia de amor lunático que marca con sangre su camino.

Capitulo 28

¿Suicidio o asesinato?

(Punto de vista de Sony)


Aunque deseaba quedarme junto a mi hermana tuve que salir a buscar a la enfermera, fueron solo unos minutos pero cada segundo eran mil pinchazos dolorosos en mi corazón, no me había dado cuenta hasta ahora de cuanto necesitaba a Jenny, era mi hermana, y siempre me había ayudado, estas últimas semanas había sido demasiado independiente, y eso no era normal en mí, siempre había estado con Jenny, siempre me había ayudado, me había calmado cuando la necesitaba, pero todo eso había cambiado, demasiadas cosas habían pasado, y aunque siguiéramos siendo hermanas nuestra confianza había disminuido, y ambas habíamos cambiado.

-Ahora vamos a atender a tu hermana cariño.

Asentí, y me volví a morder el labio, ¿le iban a volver a poner calmantes? Sinceramente, no podía aguantar sin ella despierta, no podía seguir… viva.

Pensé en el sitio dónde estaba, un hospital… bisturís, morfina en grandes cantidades… muchas posibilidades para acabar con una vida.

Otra vez estaba sentada en la silla de al lado de la cama de mi hermana, sujetándole su fría y pálida mano, me sonrió débilmente, y yo le devolví una sonrisa no más agraciada. De repente ella desvió la mirada de mis ojos, su sonrisa se borró de su rostro, los pitidos de su corazón empezaron a aumentar, y su respiración se volvió agitada. Me volví rápidamente, temerosa de lo que pudiera encontrar.

-Rob, largo de aquí.-Dijo Jenn.

Una media sonrisa cargada de arrogancia y odio se dibujó en su rostro.

¿Rob? Miré su cuello, una cicatriz la surcaba.

-Jenny, es Ram.

Los ojos de él se iluminaron de diversión.

-Sony, Rob tiene una cicatriz así en el cuello.

-No Jenny, la tiene Ram.

Las carcajadas de Rob, o Ram, o quién fuera ese tío llenaron la habitación.

-Gracias por guardar el secreto de la cicatriz. Soy Rob, y vengo a ver si se cumple mi amenaza… aunque los papeles están cambiados ¿no crees Jenny?

-Largo.-Dijo ella secamente.

-Calma cariño, todo a su tiempo…

-No, ¡largo ahora!

-Como quieras.-Se encogió de hombros y se marchó.

Me quedé parada sin saber que hacer ¿había estado saliendo con el ex de mi hermana? ¿Me había mentido todo este tiempo? ¿Y la amenaza, cuál era? Caí de rodillas al suelo, Jenny intentó levantarse de la cama pero la enfermera entró en ese momento y la retuvo.

Por culpa de la intervención de Rob ahora tenían que volver a sedar a mi hermana, y yo llorando a moco tendido salí corriendo de la habitación. Subí a la azotea, grité, el viento me golpeó en la cara, miré la calle, ¿moriría si caería? Lo dudaba, el edificio era más ancho que alto. Y entonces pasó, unas gotas me empezaron a mojar, unos pasos se oyeron en la escalera, una mujer abrió su paraguas en la calle, una puerta se cerró a mis espaldas, mis manos se cerraron en puños, una dulce voz llegó hasta mis oídos, una mano aferró mi cuello.

-¿Pasándotelo bien?

Apenas podía respirar, ni siquiera intenté defenderme, si me iba a matar que lo hiciera, cerré los ojos, sentí la presión de sus dedos, dejé de sentir el suelo bajo mis pies, sentí la disminución de presión sobre mi cuello, sentía el viento silbar en mis oidos mientras caía…

jueves, 17 de diciembre de 2009

Capítulo 27

De nuevo en el hospital
(Punto de vista de Jenny)

-¿¡ES QUÉ NO LO ENTIENDEN!? ¡TIENEN QUE DETENERLA! ¡MAMÁ SONY, SE HA IDO DE CASA! ¡TENEIS QUE HACER ALGO!
-Aumentaremos la dosis de calmantes señora.-Dijo una enfermera dirigiéndose a mi madre.
-Gracias señora.-Le respondió mi madre a la enfermera y luego me sonrió amargamente.
-¡NO! ¡MAMÁ POR FABOR!
-Cariño no pasa nada… Sony no está en casa pero porque había quedado con Ram. No tienes de que preocuparte.
-Ya está-informó la enfermera- pronto empezarán a hacer efecto.
Seguí gritando que debía buscar a Sony pero nadie me hizo caso, cada vez me sentía más agotada, más tranquila, y sin darme cuenta me quedé dormida. Pero no sin antes escuchar a Sony gritar mi nombre ¿paranoias? Posible, pero poco probable pues mi madre se giró hacia los gritos y luego me sonrió y dijo.
-¿Ves cariño? Sony está bien…

*Tres horas después*

Pi, pi, pi, pi…
Me dolía la cabeza, sentía todo el cuerpo entumecido, estaba desorientada ¿dónde me encontraba? Poco a poco fui recuperando la memoria y el poder sobre mi cuerpo.
-¡SONY!-grité mientras me incorporaba bruscamente.
-¡Jenn! Gracias a dios que estás bien.
¿Cómo, estaba ella allí? Me quedé con la boca abierta mirándola, era ella en efecto, pero tenía los ojos enrojecidos e hinchados, seguramente de llorar, ¿por qué había llorado? ¿por qué estaba conmigo? Nada encajaba…
-¿So… Sony?
-Lo siento… llegué a su casa… y me dejó, tenías razón, solo es un puto cabrón.-Eso lo explicaba todo… cuando estuviera sana se iban a enterar ese par de gemelitos de la que valía una Jenny cabreada.
-¡Oh! Sony… lo siento…
-No tienes la culpa, debí escucharte, pero no lo hice. No pienso a estar con un tío en toda mi vida.
-No digas eso, también se pasan cosas buenas…
-Nada comparable con lo malo. Y yo pensando que estabas celosa…
-Bueno en poco si que lo estaba, se parecía tanto a Rob…
-Ya…
-Entonces ¿se acabaron tus intentos de fugarte?
-Sí, definitivamente.
-Me alegro.
-Bueno llamaré a una enfermera, prometí hacerlo en cuanto despertaras…
-Vale…

lunes, 14 de diciembre de 2009

Capítulo 26

Cabrón descerebrado…

(Punto de vista de Sony)


El mundo se me había caído encima, me sentí confusa, a penas sabía qué decir, ¿estaba cortando conmigo? ¿la única persona que me había hecho feliz? ¿la única persona que me comprendía, que me quería?

Me quitó los brazos que había puesto alrededor de su cuello y cerró la puerta, no tenía ni fuerzas para llamara a la puerta, me quedé mirando el suelo, en él cayeron dos gotas, me toqué las mejillas con la punta de mis dedos, estaba llorando, de pronto sentía la necesidad de llevarme los brazos al pecho, algo ocurría ahí, algo iba mal, mi corazón no latía con la misma intensidad de siempre, mi respiración no era regular, incapaz de estar en frente de esa casa un minuto más salí corriendo rumbo a mi casa. Allí no había nadie claro, la última vez que había visto a mi hermana había sido tirada en la calle medio muerta, y mi madre al ver la ambulancia se habría acercado y la habría reconocido. Me fui directa hacia mi habitación, encendí el portátil y me puse a tirar peluches a las paredes, si querer agarré uno que me había regalado Ram, era de esos que cuando los espachurras te dicen que te quieren, llena de ira lo aplasté, su mecanismo murió espachurrado, murió repitiendo lo único que sabía decir te quiero, miré el ordenador, ya se había encendido, rápidamente me metía al tuenti, tal vez sería por puro masoquismo pero miré las últimas fotos, Ram y yo sonrientes, ajenos a lo que nos iba a pasar unos días más tarde, dándonos besos, abrazos caricias, mimos… miré las etiquetas, las suyas habían desaparecido, intenté meterme en su tuenti, me había bloqueado… no pude evitarlo, volví a llorar amargamente, en mi mente apareció una frase que nunca había entendido hasta ahora ¿De cuántas maneras se puede romper un corazón y esperar que siga latiendo? Esa frase venía acompañada de otra, Es curioso como te rompen en corazón y aún así sigues amando a esa persona con todos sus pedacitos. Que razón tenían… Me quité del ordenador y me tiré en la cama, con los peluches tapándome la cara, grité con todas mis fuerzas, y terminando con el trabajo de desordenar que había empezado antes empecé a tirar las cosas por toda la habitación, hasta que un familiar sonido llegó hasta mis oídos. Me acerqué al ordenador, el msn se había encendido, vi la luz naranja parpadeante que me anunciaba que alguien se estaba comunicando conmigo. Miré bien, ese alguien era Ram… con manos temblorosas cliqué en la conversación, la pantalla se agrandó y en la parte superior apareció el mensaje de Ram.

sonia k sepas k paso de tu culo

k para mi solo as sido un numero mas y estoy arto de ti

lo de esta tarde a sido una lokura me alegro de k tu ermana aya entrado y me aya puesto los pies en el suelo y el cerebro en su sitio

con esto me despido de ti para siempre

un placer aberte conocido pero adios

-¿¡EL CEREBRO EN SU SITIO!? ¡DUDO QUE TENGAS CEREBRO CABRÓN!-grité con todas mis fuerzas para desahogarme… ¿y ahora qué iba a hacer? Solo una persona podía ayudarme…

Bajé las escaleras corriendo y mientras me secaba las lágrimas me puse la cazadora y me encaminé hacia al hospital.

martes, 8 de diciembre de 2009

Capitulo 25

Cambio de planes

(Punto de vista de Rob)


Joder, puta Jenny, me a jodido todo el plan. La tenía a huevo, solo bastaba con pararle otra vez los pies y dejarla… Pero no, ha tenido que entrar la puto de su hermana y encima me ha hecho una brecha en la cabeza con el puto bolso.

-¿Rob?

-Estoy aquí mamá.

-Voy a salir, adiós.

-Adiós…

Mejor, toda la casa para mí solo…

Toc, toc.

-¿Se puede saber quién cojones es ahora?

Abrí la puerta, y ante mis ojos atónitos apareció Sony.

-¡Ram!

Se me abalanzó encima ¿y ahora qué hacía?

-¿Qué haces aquí Sony?

-Me he escapado, otra vez, me quiero fugar contigo, dejar todo esto… seremos libres y podremos hacer todo lo que queramos sin ninguna hermana petarda que no para de interrumpir. ¿Qué me dices?

-Que no.

La sonrisa que iluminaba su rostro se apagó.

-¿Qué?-dijo con hilo de voz.

-No te quiero, solo te utilizaba como entretenimiento…-me encogí de hombros mientras improvisaba.- No eres importante para mí.

-Eso no es verdad…

-Sí lo es, asíque largo de aquí mocosa.

Le arranqué los brazos de mi cuello y le pegué un portazo en las narices. Ahora solo tenía que entrar en su casa y hacer que la muerte de Sony pareciera un asesinato… Saqué las llaves de la casa de mi bolsillo, Jenny se las había dejado puestas en la puerta… que penita… ahora su hermana sufrirá las consecuencias de nuestra ruptura.

Puse el oído en la puerta, oí sollozos contenidos, que se le iba a hacer, en la vida hay momentos de alegría y de dolor, y yo era capaz de darlos en cantidades enormes. Sonreí y fui a darme una ducha, fresco y limpio pensaría mejor.

martes, 1 de diciembre de 2009

Capitulo 24

Dejà vu

(Punto de vista de Jenn)


-¡¡¿PERO QUÉ HACES DEJENERADO?!! ¡¡QUITÁLE LAS MANOS DE ENCIMA A MI HERMANA!!-agarrando fuerte la correa del bolso empecé a pegarle ostiones a diestro y siniestro a Ram.

-¡¡PARA JENNY!!-Sony apenas era un murmullo…

Con los golpes de mi bolso conseguí sacar a Ram de casa y cerrarle la puerta en las narices.

-¡¡Y NO VUELVAS!!-le grité a la puerta cerrada.

-¡Jenny eres gilipollas!

-Tú te callas, ahora mismo vienes conmigo a hablar con mamá.

-¿¡¡QUÉ!!? ¡¡PERO SI NO HE HECHO NADA!!

-Deja de gastar saliva quejándote conmigo, las explicaciones a tu madre.

Agarré a Sony por la muñeca y la arrastré-literalmente-al coche.

-¡¡SUELTAMÉ!! ¡Me tiraré del coche en marcha si es necesario!

-No va a hacer falta.

El coche de mamá giró en ese momento la esquina, pero Sony se me escurrió de entre las manos y comenzó a correr. Tardé unos segundo en reaccionar, pero salí corriendo detrás de ella. Ella corría más deprisa que yo, y los segundo que había tardado en salir detrás de ella habían sido un verdadero desperdicio, yo estaba al límite de mis fuerzas, las pocas energías que tenía mi cuerpo para quemar eran las que necesitaba para mi simple y pobre existencia. Se me empezó a nublar la vista, mi hermana ya era un simple borrón en mi visión, tropecé, empecé a toser ahogada, apenas conseguí darme la vuelta para no estar de bruces contra el suelo, llevé mis manos al lugar donde mis pulmones alocados intentaban alcanzar algo de oxígeno, intenté mirar una vez más a Sony, pero no recuerdo si la vi. Lo único que pude pensar fue “otra vez no…” y me desmayé.

lunes, 30 de noviembre de 2009

Capitulo 23

Día de pervertidos

(Punto de vista de Jenn)


Agarraba con nerviosismo el volante, las palmas de mis manos estaban húmedas de sudor, necesitaba quitarme los pensamientos de la cabeza, puse un disco de “Pignoise” en el reproductor de música y subí el volumen a tope. Pero estaba tan nerviosa que apenas veía la carretera, era peligroso conducir en ese estado así que paré en el arcén. Solté el volante al que me aferraba hasta clavar las uñas en él, dejé reposar la cabeza y cerré los ojos. Me quedé dormida, y unos suaves golpecitos en el cristal me despertaron. Carlos otra vez… Apreté la mandíbula, los ojos me escocieron quería llorar. Lentamente abrí los ojos y me topé con los de Carlos. Una sonrisa le cruzó la cara en un segundo, sus ojos relampaguearon, me hizo un signo para que bajara la ventanilla. Con un grave pesar la bajé.

-Hola, ¿durmiendo otra vez?

-No podía concentrarme en la carretera, y no quiero provocar accidentes de tráfico, bastante tiene el mundo contigo.

Aunque parecía casi imposible ensanchó aún más su sonrisa. Y entonces sin previo aviso se acercó a mí y me dio un beso furtivo. Le aparté la cara y le pegué un manotazo.

-¡¿Qué haces?!

-Yo…-se sonrojó-. Me gustas… y bastante.

Cerré la ventanilla, él se quejó, pegué un traguito de agua de la botella de la guantera y aceleré todo lo que pude dejando atrás a Carlos. Ni siquiera me digné a mirar por el espejo retrovisor. Llegué a casa de tan mala leche que las manos me temblaban, intenté sin éxito meter la llave en la cerradura. Aún de peor humor cerré los ojos e intenté relajarme. Al fin conseguí abrir la maldita puerta, y la cerré tan rápido que olvidé las llaves puestas en la cerradura, me dio igual. Oí risitas, y me dirigí a fastidiarles la fiesta a Sony y Ram.

Me quedé parada en la puerta flipando en colores, Ram estaba encima de Sony con la bragueta bajada y ella estaba debajo de él con su mini falda aún puesta, pero sus bragas estaban en el suelo.

¿Pero qué le pasaba hoy a todo el mundo? ¿A cuento de qué tanta muestra de amor hoy? Menudo día de pervertidos que llevaba…

lunes, 23 de noviembre de 2009

Capitulo 22

El Loquero

(Punto de vista de Jenny)


Me mordí el labio hasta que la boca me supo a sangre. Otra vez delante del mismo espejo, otra vez con la misma cuchilla en mis temblorosas manos, otra vez con el dilema de dejar esta vida o de continuar viviendo, si es que se le puede llamar vida a lo que hacía yo, y otra vez mi hermana aporreando la puerta del baño para que se lo dejara libre. Suspiré… me vestí y me ice una coleta con el pelo aún enmarañado. Escondí la cuchilla y salí del baño.

-¡Ya era hora! ¡He quedado con Ram en cinco minutos y mira que pintas llevo!

Mientras mi hermana se desahogaba en palabras, yo bajé lentamente hasta la entrada y me puse la chaqueta, yo también tenía una cita, pero con un hombre muy distinto, el psicólogo. Tras mi depresión después de cortar con Rob, y que mi hermana empezara a salir con su hermano gemelo Ram, mis padres habían decidido que necesitaba ayuda profesional, ¿y que mejor para olvidar que una hora tumbada en un sofá contándole toda la historia, con el más mínimo detalle, a un señor desconocido que se limita a asentir en momentos clave? Abrí la puerta en el mismo momento que Ram se proponía pulsar el timbre.

-Yo que tú no haría eso-le recomendé sin pararme siquiera-. Sony acaba de entrar en el baño, se va a estresar.

Y sin dejarle que abriera la boca me metí en mi coche y con un lento avance me dirigí a la consulta.



-Buenos días Jennifer.

-Hola doctor.

-¿Qué tal si empezamos la terapia de hoy?

Me encogí de hombros, no se por qué preguntaba, ¿a caso no le pagábamos para eso? Su única función era devolverle a mi loca cabeza algo de sentido común. Abrió su bloc, e introdujo la parte de atrás de su bolígrafo en la boca, tomándome eso como una invitación a que empezara la parte del relato de hoy empecé a hablar. A la media hora me paró.

-Está bien por hoy. De todos modos deseaba hacerte otras preguntas. Por ejemplo… tus padres me han comentado que apenas comes, me preguntaba el por qué.

Me encogí de hombros.

-Ya no tengo hambre, poca humanidad queda en mí, ¿qué más da que me salte las funciones vitales?

-La nutrición es muy importante Jennifer, no se puede pasar por alto. Es más dada tu historia y la falta de reconocimiento ante una enfermedad es posible que se trate de anorexia nerviosa.

-No, le puedo asegurar que no, primero porque no me veo gorda, y segundo porque simplemente paso de cómo me vean los demás.

-Eso es interesante. Pero entiende que no pueda creer eso, para todos los adolescentes de tu edad lo más importante es su aspecto.

-Pues son idiotas.

-No hay razón para insultar, simplemente quieren ser el centro de atención, quieren ser los más atractivos y conseguir los mejores novios.

Tragué saliva y me aclaré la garganta para intentar deshacer el nudo que se me había hecho.

-Será porque yo paso de tíos que solo te joden la vida y que hacen que te conviertas en una loca que necesita ayuda médica.

-A eso quería yo llegar. Según me han dicho tus padres hay un chico al que le gustas mucho, y goza de una buena reputación.

-Mira, no te intentes meter en la piel de un adolescente que no cuela.

-Yo solo intento salvar algo de tu cordura.

-¡Oh! Venga ya, si no hace nada, lo único que me mantiene aferrada a esta vida son los antidepresivos.

-¿Has pensado alguna vez seriamente en el suicidio?

Rememoré las últimas horas, la cuchilla que ahora se encontraba en el bolsillo del pantalón, pensé que si le decía que sí seguramente avisaría a mis padres, y ellos se darían cuenta de lo mal que estaba, tanto como para suicidarme, y ellos no me dejarían en paz ni un solo segundo de mi lamentable vida, lo cual eliminaría toda posibilidad de suicidio.

-No… la verdad muchas veces he dicho que lo iba a hacer, pero supongo que algo me ata a la vida de un modo que no puedo evitar ignorar-mentí.

Él asintió, o no había notado mi mentira o lo había disimulado.

-Creo que ya está bien por hoy, te veo agotada. Intenta dormir.

-Vale. Adiós.

En cierto modo no quería salir de allí, ya había hecho todos los deberes, y era muy pronto para hacer la cena, y si no hacía algo pensaría en cosas que no quería pensar, cosas que me hacían sentir muy mal. Pero me mordí la lengua y salí del despacho.

lunes, 16 de noviembre de 2009

Capitulo 21

Paso de tíos

(Punto de vista de Jenny)


Últimamente pasaba más tiempo en la cama y en la inconsciencia que despierta y trabajando. Me desperté a eso de las 3 de la tarde, apenas comí pues mi estomago amenazaba con expulsar todo la comida que llegara a él. Mi madre aún estaba algo molesta por que hubiera llegado tarde ayer y solo se preocupaba un poco por encima de mi estado de salud, aunque más bien se notaba que era mi estado de ánimo lo que fallaba. Sony seguía sin hablarme pero me lanzaba miraditas curiosas de vez en cuando y respecto a papá mejor ni mencionarlo… ese si que pasaba de mí, por él como si me atropellaba un camión que no movía ni un dedo por llevarme a urgencias. Harta de que nadie me dirigiera la palabra y que no me miraran me levanté de la mesa y me fui a mi habitación, note sus miradas clavadas en mi espalda pero no me importó, caminé tranquilamente y sin prisas dispuesta a ponerme al orden del día en mis estudios. Dos horas después ya había acabado todos los deberes y estaba haciendo complicados dibujos con el compás y las reglas, ya me dolía la vista y necesitaba un respiro, además mi estómago rugía por no tener nada con qué trabajar, bajé a la cocina y abrí la nevera, decidí tomar un zumo de naranja, estaba bebiéndomelo cuando Sony bajó a la cocina.

-Hola-dijo casi en un susurro, casi me sorprendí de oír su voz.

-Hola.

Cogió un vaso y lo llenó de zumo de naranja, dio un pequeño sorbo y se giró hacia mí.

-Papá y mamá han salido.

-Espero que no te tires por una ventana solo por paranoias.

-No lo haré-dijo borde y me volvió a dar la espalda.

Pasó un minuto, un largo y eterno minuto… no habíamos vuelto a beber más zumo y nos dirigíamos pequeñas miradas furtivas de vez en cuando, al final Sony resopló y se volvió hacia mí, yo también me gire para mirarla.

-¿Qué problema tienes con mi novio?

-Es que se parece demasiado a Rob… no puedo evitar pensar que es él…

-Aún así, aunque lo fuera, tu fuiste feliz con él… ¿a caso yo no tengo el mismo derecho?

-Cometí muchas locuras Sony, y no quiero que tu las cometas… además yo soy dos años mayor, aún eres muy joven, y los chicos de su edad piensan en cosas más avanzadas, no quiero que te enfades conmigo… necesito que me entiendas… yo solo estoy preocupada por ti.

-La verdad… no se si creerte, pensé que eran celos…

-No Sony, la verdad es que no me gustaría estar en tu lugar… paso de tíos. Y bueno…-me mordí el labio-si te hiciera feliz podría hacer un esfuerzo por conocer a Ram, tal vez es majo y todo, no debo opinar sobre el sin conocerle.

-Gracias.

Titubeamos un poco pero finalmente nos abrazamos.

-Por cierto Carlos te ha llamado mil veces… mira que ese tío es raro.

-¿Carlos?

Se me humedecieron los ojos y empecé a temblar.

-Sí. ¿Qué ocurre? ¿Jenn?

Salí corriendo y tiré del cable del teléfono, luego fui corriendo a mi habitación recogí el móvil iba a apagarlo pero entonces empezó a sonar, era él, grité, el móvil se me cayó de las manos y la batería salió rodando por el suelo, yo me encogí y rodeé mis piernas con las manos.

-¿Jenny? Me… me estás asustando…

No pude ni consolar a mi hermana, la cabeza me iba a explotar, y llorando como estaba el dolor se volvía más intenso. Sony se arrodilló a mi lado y pasó un brazo por encima de mis temblorosos hombros.

jueves, 22 de octubre de 2009

Capítulo 20

Notitas

(Punto de vista de Jenny)


-…No puede seguir así, antes era una muchacha excelente ¿qué mosca le ha picado?...

A penas hacía caso de las regañinas del profesor, se había enfadado bastante, había caído bastante en todas las asignaturas desde que Rob y yo rompimos, había optado por bajar la vista y asentir levemente, como si me importara algo otro negativo más. Cuando terminó me mandó al pasillo, genial… Y allí estaba tirada en el suelo maldiciendo al profesor y rezando para que no apareciera el jefe de estudios y me pusiera un parte. De repente por debajo de la puerta salió un papel cuadriculado y arrugado. Lo cogí y lo abrí con interés.

¿Bella durmiente?

Carlos…

¿Tienes boli? Espero que si… =P si tienes escribe algo… sino devuélveme el papelito =(

Rebusqué en los bolsillos de mi cazadora y nada… en los vaqueros, nada… resoplé, le iba a devolver la nota cuando vi a Sofía.

-¡Sofía!

-Hombre que sorpresa Jenny.

-Lo mismo digo… ¿cómo tú por aquí?

-Pues nada… que voy para clase… he tenido que ir al médico.

-Ammm…

-¿Y tú?

-Na… que el profesor me ha echado, y Carlos me está escribiendo pero no tengo boli.

-¿Te dejo uno?

-Sería genial.

Rebuscó en su mochila hasta dar con un boli rosa.

-Ten, diviértete.

-Seguro.-Nos despedimos y rápidamente escribí a Carlos.

Que suerte tío Sofía a pasado por aquí y me a dejado el boli =D

Al segundo me devolvió la notita.

¿Por eso has tardado tanto?

Si ¿Y qué tal en la clase infierno?

Aburrida… esta clase es una mierda pero tú la alegras, ahora que no estás…

Jeje ¿eso me lo debo tomar como un piropo?

¡¡Claro!!

¿Paramos? Como te pille te va a matar…

Correré el riesgo…

=S

¿Y tú? ¿Qué tal te va ermitaña mía?

Bueno… Oye ¿Cuántos motes me has puesto ya?

Jeje, es que me lo pones a huevo…

¬¬

Vale ¡cariñín!

Otro no =’( siniff, sniff.

No llores… Aunque nunca supe como empezar esto tu eres la cosita que más quiero… (8)

Jaja, estás loco tío.

LOCO por ti.

Deja de decir gilipolleces…

O.o”

Jaja, ¿me haces esa carita en la realidad? Tiene que molar verte…

¬¬

¡Es que pones demasiadas caritas! ¡Las quiero todas!

Buff… que tío…

¡Muack!

=S Vale paramos de hablar he oído voces… pásame el papelito y cuando se vayan te lo vuelvo a pasar.

OK ¡guapa!

Ni había oído nada, ni tenía intención de devolverle la notita… Ahora todo encajaba, dios que ciega había estado, estaba pillado por mí, y yo tonteando con él, pensando que era mi mejor amigo ¿con qué cara le iba a mirar ahora? Me abracé las rodillas y escondí mi cara entre ellas. Así se pasó la hora. El profesor abrió la puerta y me encontró así.

-¿Jennifer?

Por toda respuesta solté un sollozo.

-¿Es por lo que te he dicho? Lo siento pero es que es verdad… estás descuidándote mucho… No solo en clase sino con los amigo y en tu aspecto también.-Lo que hacía falta… que me dijera que me estaba quedando sola y que tenía un aspecto horrible…-¿Quieres que llamemos a tus padres?-me vino una idea a la mente, si me iba no tendría que enfrentarme a Carlos… Asentí con los ojos húmedos, él me ayudó a incorporarme y me acompañó al departamento de orientación, le dediqué una pequeña mirada a Carlos, me miraba con expresión preocupada, no recuerdo llegar a orientación, me desmayé en brazos del profesor.

miércoles, 21 de octubre de 2009

Capítulo 19

MSN

(Punto de vista de Jenny)


Llegué sin aliento a casa, mi madre pareció preocuparse por mi estado pero al ver que no me pasaba nada grave me empezó a soltar su reprimenda, miré el reloj, tan solo habían pasado cinco minutos… Durante su bronca recuperé el aliento, después me duché y me comí el pescado-frío-que había para cenar. Después subí a la habitación, mientras se encendía el ordenador me lavé los dientes intentando quitarme ese sabor repelente que tenía el pescado.


Iniciando sesión…


-Cosa más lenta- murmuré-. A poco…

Nada más aparecer la lista de contactos Carlos ya había abierto una conversación.


Çå®lø§ dice:

ola !!

Yo:

hola..

Çå®lø§ dice:

a abido bronca ??

Yo:

una poca… no le e exo ni caso..

Çå®lø§ dice:

jaja

Yo:

no ace gracia… ¬¬

Çå®lø§ dice:

vale vale… lo que digas bella durmiente

Yo:

ja ja,, q gracioso.. (pillas el sarcasmo?)

Çå®lø§ dice:

no te enfadessss… con lo k yo t quiero (l)

Yo:

jajajajaja

Çå®lø§ dice:

me alegro de acerte reir…

Yo:


Çå®lø§ dice:

aces algo mañana x la tarde ??

Yo:

estudiar?

Çå®lø§ dice:

no se te nota muxo… seguro que ni saves de que va el tema del examen de mañana…

Yo:

bueno mañana me pongo las pilas…

Çå®lø§ dice:

kieres k vaya a ayudarte ?? ia saves… soy el super empoyon…

Yo:

la verdad es que sería de gran ayuda,, pero tu casa pilla lejos

Çå®lø§ dice:

k tengo el carnet de conducir !!

Yo:

como olvidarlo.. solo lo repites 50 veces al dia…

Çå®lø§ dice:

Bueno no me critikes tanto

Yo:

ablamos mañana q me exan XAOOOO teeQQ!!!

Çå®lø§ dice:

adios wapiximaa (l)


-Vale, a este tío le pasa algo raro…

Pero no me podía ocupar de Carlos en esos momentos, tenía que hacer un trabajo de educación física, los deberes de matemáticas, leer 50 páginas de un libro que trabajábamos en literatura y estudiar para el examen de mañana. Empecé a hacer el trabajo ya que tenía el ordenador encendido, lo deberes tampoco eran tan complicados como parecían pero sí que eran muy largos. Empecé a leer el libro, pero en vista de lo tarde que era empecé a estudiarme el examen, tardé media hora en empezar, cada palabra que leía se iba con la rapidez que había entrado en mi cabeza, total, que acabé de estudiar a la una de la noche y, pese a que no me había leído el libro, me fui a dormir.

martes, 20 de octubre de 2009

Capítulo 18

Footing

(Punto de vista de Jenny)


Los días transcurrían aburridos, me pasaba las horas sentada en la repisa de mi ventana con la cabeza apoyada en el cristal mirando un punto indefinido de la calle. En esa calle había transcurrido mi infancia, crecí apartada de la tecnología, tuve suerte, aunque hay gente que no lo entiende… no tuve vicio alguno, me pegaba las horas en el jardín o en casas vecinas, en ese barrio había vivido junto a mis amigos grandes aventuras, sonreí para mis adentros, cuanto echaba de menos la infancia, todo el mundo tiene prisa por hacerse mayor cuando se llega a la adolescencia, no se aprecia lo feliz que se es jugando y correteando…

Miré la hora, pero fui incapaz de vislumbrar los números, probé otra vez. Las cinco de la tarde, hora de levantarse y movilizarse un poco. Al día siguiente tenía examen de Física y Química pero apenas me apetecía estudiar, me levanté y me estiré. Me quedé de brazos cruzados viendo el desorden que había en mi habitación, tampoco me apetecía recoger… pensé en el porrón de trabajos y deberes pendientes que tenía, bostecé. Con lo poco espabilada que estaba era capaz de dormirme. Caminé hacia el armario y saqué un chándal, después de dirigí a la mesa del ordenador, tras revolver todos los papeles que había sobre ella encontré el MP3, me vestí y encendí el aparato, sintonicé Los 40 Principales y salí a la calle. Hice unos calentamientos previos y algún que otro estiramiento y me puse a correr por la desierta acera. Ajena a todo lo que ocurría a mí alrededor iba tarareando la canción que tanto conocía de Melendi, había pasado por alto la hora, y el lugar en el que me encontraba, solo parecía recuperar mi mente cuando vi el descampado que había al acabar todas las calles de la ciudad, desde allí había por lo menos 15 Km. hasta mi casa. Me asusté, miré la hora, eran las seis, ¿cómo había podido correr tanto sin darme cuenta? Ahora que tomaba noción de mi cuerpo sentí mis gemelos doloridos, pinchazos en mis costados me avisaban de que tenía flato, mi respiración agitada intentaba oxigenar mi agotado cuerpo, puse las manos sobre mi pecho, mi corazón latía desenfrenadamente. Si no recordaba mal cerca de allí había un parque, fui andando en aquella dirección lenta y pausadamente, sentía que en cualquier momento me iba a dar algo, al fin logré alcanzar el parque y su verde césped, me tiré al suelo en cuanto puse un pie en la verde explanada. Debía de quedarme dormida ya que me despertó Carlos.

-¿Te has muerto ya?-dijo pegándome unas pataditas suaves en el costado.

Gemí, me dolía todo el cuerpo, intenté apartarme de él, giré hasta quedar boca arriba. ¿Qué hacía el en mi habitación? ¿Por qué me dolía tanto el cuerpo? ¿Eso que se oía de fondo eran… niños? Abrí los ojos y me incorporé con tanta rapidez que me mareé y me tuve que volver a tumbar, entonces recordé lo que me había pasado, oí una risa al lado mío, Carlos se lo estaba pasando en grande viéndome ahí tirada en el suelo, le lancé una mirada enfurecida y paró pero aún con una sonrisa tonta en los labios. Me tendió una mano y me ayudó a incorporarme.

-¿Cómo tú por aquí, Bella Durmiente?

-He ido a correr y me e despistado un poco…

-Y tanto… deberías volver a casa, son las ocho.

-¿¡QUÉ!?-miré mi reloj si creérmelo, tenía razón, mis padres se iban a poner como locos, después de todo lo ocurrido el tope era hasta las nueve.-Nos vemos mañana.

-Espera-dijo sujetándome de la muñeca, rápidamente me soltó y enrojeció ¿pero que le pasaba a este tío?-. Yo… ¿te vas a conectar esta noche?

Puse los ojos en blanco y resoplé.

-Si no he muerto sí.

-Vale, entonces te dejo ir.

-¡Adiós!-le grité mientras corría hacia mi casa, no se si él se despidió, porque corría con todas mis fuerzas, llegaría tarde y agotada, y mis padres me montarían un pollo por nada...

jueves, 15 de octubre de 2009

capítulo 17

Pelea

(Desde el ponto de vista de Sony)


Pese a que había fingido indiferencia a lo que acababa de ocurrir me había jodido bastante, ¿pero quien se creía que era? Tal vez mi cuerpo no le parecía apetecible, miré con algo de disimulo mis pechos, vale tampoco era nada descomunal, pero ¿tan mal estaban?

-No es por tu cuerpo…-dijo Ram- en verdad estas bastante buena para tu edad…

-Entonces ¿por qué me rechazas?

-Te lo he dicho, eres muy pequeña, ¿vas a seguir con esta discursión mucho más?

-Sí, porque me has hecho mucho daño, te he visto quería hacerlo tío, al menos será mejor que lo hagamos a que te mates a pajas ¿no crees?

-Primero, no me mato a pajas, segundo, sería mejor que lo hiciera a que perdieras tu virginidad a los catorce, y tercero, si la gente de tu instituto se enterara ¿te crees que te trataría como una heroína? Pues no, te tratarían como una puta, así que hazme caso, no pases de morreos.

No le respondí, aparté furiosa la vista y miré por la ventanilla a la carretera, tenía la mandíbula apretada y parpadeaba para contener las lágrimas que ya afloraban en mis ojos. Tonta. Tonta. Tonta. ¿La había cagado? Por el tono de voz de Ram le había jodido bastante… le miré un segundo por el rabillo del ojo. Estaba nervioso. Me mordí el labio, tenía que pedirle disculpas, pero él también se había pasado…

Suspiré.

-Lo… lo siento.

Con ojos entristecidos me miró.

-Yo también lo siento, a mí también me fastidió que me rechazaran.-Le miré con curiosidad.-Yo también quería probar cosas nuevas ¿sabes? Al principio no entendía que la chica no quisiera, pero cuando maduré un poco lo entendí…-Se encogió de hombros-hizo l correcto aunque yo no lo creía, y ahora te pasa igual a ti…

Titubeé, no sabía que decir, sonrojada miraba mis manos entrelazadas encima de mis rodillas, hasta que finalmente le dije.

-Los siento, soy gilipollas.

-No, gilipollas no… yo diría adolescente con hormonas revolucionadas…

Puse los ojos en blanco y resoplé ruidosamente, me acerqué a él tanto como el cinturón de seguridad me lo permitía, casi ni llegaba a su rostro, pero conseguí darle un pequeño beso en la mejilla.

-Gracias de veras…

Rió entre dientes.

-¿Qué?

-Acabamos de tener nuestra primera pelea…

Le miré sin entender donde le veía la gracia a que nos acabáramos de pelear.

-No te pongas así, que yo te quiero mucho.

-Pues no lo parece.

Se encogió de hombros.

-Simplemente me ha hecho gracia, no seas tan sosa…

Resoplé, seguimos en silencio con la música de “Muse” resonando por todo el coche, al fin con las últimas notas de “Starlight” llegamos a la puerta de mi pequeña casa.

domingo, 4 de octubre de 2009

capítulo 16

Rechazo

(Punto de vista de Sony)


-¿Te importaría volver a casa de mis padres?

-¿Por qué me iba a importar?

-Estuviste secuestrada…

-Ha sido el mejor secuestro de la historia, así que no me importa. ¿Por qué lo dices?

-Ellos siguen de viaje… estará vacía.

-Hummm… una idea tentadora…

-¿Entonces te apetece?

-Vamos a ver… una casa vacía para mí y mi novio, ¿por qué no iba a querer?- sonrió y movió la cabeza hacia los lados, como me gustaba… mi niño


Paramos en la puerta, miré a través de las ventanillas del coche la magnifica casa de los padres de Ram, sonreí… todo empezó allí, ahora me alegraba de haberme caído por la ventana, aunque había sentido el dolor más horrible que había sentido en al vida, pero sin esa caído no habría encontrado a mi alma gemela…

Bajamos del coche, abrimos la puerta, entramos en la casa, no aguantaba más sin sus labios, me acerqué a él, me puse de puntillas le besé, cerré la puerta con el pie.

-Ven.

Le llevé a la habitación que por un tiempo fue mía. Le besé furtivamente, caímos en la cama, yo encima de él, me movía furtivamente, sus manos se pasearon por mi espalda, bajaron a la cintura, mis muslos… las sentía tan cálidas, tan cariñosas… yo paseé las mías por su pecho, sentía sus magníficos abdominales. Me incorporé un poco, agarré los bordes de mi camiseta, la levanté, dejando mi ombligo al aire, le observé estaba muy excitado, sonreí, levanté más la camiseta con intención de quitármela, pero cuando ya se entreveía el sujetador noté sus manos en mis antebrazos, estaba parándome. Bajé los brazos y los puse en su tripa.

-¿Qué haces?- le pregunté.

-No quiero que comentas tonterías, eres demasiado pequeña.

-Ya no soy una cría.

-Quieres no serlo, y si haces esto te estarás comportando como tal. Hacer tonterías no es propio de personas maduras.

-Oye no seas como mis padres, hago lo que me parece cuando quiero.

-Ya, pero dos no lo hacen si uno no quiere.

-¿Estás insinuando que no quieres?- dije paseando mi dedo índice por su paquete.

-No es que no quiera, si por mí fuera ya lo estaríamos haciendo, pero visto lo visto el que tiene que tener control soy yo. Sony, espera un tiempo…

-¿Y cuánto quieres que espere?

-Años, tía eres una enana.

-¿Enana, así me quieres?

-Te quiero, pero lo eres, y no te quejes que yo también soy un crío y eso que tengo 16.

-Fijo que la chica con lo que lo hiciste no tenía este control.

-Pues sí lo tenía, y hasta que no tuvimos los dos 16 no hicimos nada.

Resoplé.

-Solo has ganado una batalla.-Dije para ocultarle el daño que me había hecho al ser rechazada.-¿Me llevas a casa? Mis padres se cabrearán si llego muy tarde.

-Vale preciosa.

-¿Preciosa?

-O prefieres princesita.

No pude evitarlo me empecé a reír.

-Mejor pensamos en otro mote cariñoso…

martes, 29 de septiembre de 2009

capítulo 15

Cotilleos

(Punto de vista de Sony)


Había tardado poco en llenar mi archivador de fotos de Ram y yo. Por todos lados labios y corazones aparecían dibujados, y en mi mesa había un corazón con nuestros nombres escritos en su interior. En los ojos de Clara-mi compañera-brillaba la curiosidad en estado puro, pero tampoco quería fardar directamente, esperaría a que ella me preguntara, y después haría correr la voz…

-Y ¿qué tal te va?- cada vez más deseos por saber de Ram.

-Pues genial. ¿Y tú?

-Bien a secas… ¿y… se puede saber por qué estás genial?

-Por él… señalé a Ram en una foto en la que nos besábamos.

-¿¡No me jodas que tienes novio!?-Sonreí y asentí.-¡Qué suerte!

-Bueno es que nos queremos tanto… nos llevamos dos años pero el amor no tiene edad.

-¿Y encima mayor? Jo tía, dime de dónde los sacas.

-No los busco, pero me encuentran…-dije misteriosa.

-Ojala alguien así me encontrara a mí.

-Fijo que llega algún día.

-Sí… pero bueno cuéntame más de él.

Le conté nuestras besos apasionados las tardes que nos pasábamos juntos, las noches que escapaba para encontrarme a escondidas con él… llevábamos ya una semana juntos y nos queríamos demasiado… mientras Clara asentía con la boca abierta, no se atrevía a decir nada con peligro de perderse algún detalle, por fin sonó el timbre.

-Bueno me tengo que ir… he quedado con él.

-¡Vale! Ya hablaremos. Chao.- nos despedimos con dos besos en las mejillas y bajé las escaleras corriendo atropellando a todo aquel que se interpusiera en mi camino, salí por la puerta principal aunque a esas horas había un tapón alucinante, pero como era delgada y escurridiza pude salir en apenas unos segundos. Y allí estaba él, apoyado en su coche, jugueteando con el móvil. Me quedé como una tonta mirándole, casi me hacía falta un babero, si es que se me caía la baba… levantó la mirada… ay su mirada esos ojazos marrones… nos miramos y sonreímos, no aguantaba más parada, tenía sed de sus labios, quería compartir saliva. Eché a correr hacia él, nos abrazamos, ya volando por los aires colgada de su cuello y el agarrándome de la cintura. Me sentó en el capo del coche, nos miramos, poco a poco acercó su rostro al mío, demasiado despacio, le tiré de la camiseta atrayéndolo hacia mí, nuestros labios encajaban tan bien, nuestras lenguas juguetearon un rato en la boca del otro, me empezó a mordisquearme los labios, cuanto adoraba eso… sin separar sus labios de mí se acercó a mi oreja.

-Deberíamos parar, o al menos no hacerlo aquí, no me gustaría que todas estas personas sean testigos de nuestra… pasión.

Le chupé la oreja, y le besé en la mejilla, y por fin nos separamos.

-¿Qué, vamos al asiento trasero del coche?- dije guiñándole un ojo.

Me sonrió y entramos en el coche, pero delante no atrás.

-¿Qué tienen esos asientos, acaso no prefieres una cama?

-Supongo que será más cómoda, pero es que esos cristales tintados me llaman, quieren ser testigos de algo…

-Tal vez algún día lo sean, pero ahora es muy ponto, ¿no crees?

miércoles, 23 de septiembre de 2009

capítulo 14

Irremediables Celos…

(Punto de vista de Jenny)


Sony y Ram se habían pasado toda la mañana coqueteando en la comisaría y si no tenían suficiente con eso ahora también lo hacían en el sofá. Ajjj no soporto a los enamorados, ¿así de tonta parecía yo con Rob? Bueno él y yo no coqueteábamos directamente íbamos a la acción, me sonrojé de esos recuerdos que ahora parecían tan lejanos.

-Entonces… ¿Estáis…?- ni mi padre podía decir dos palabras seguidas sin casi tartamudear.

Sony y Ram le miraron confusos sin comprender, de repente parecieron caer en la cuenta porque se sonrojaron y se miraron de reojo.

-¡Oh! En realidad no se lo he pedido oficialmente…- respondió Ram pésimamente, lo acababa de conocer y ya me caía mal, se giró hacia mi hermana la miró a los ojos, dudó instante, se giró hacia mi padre-. ¿Me darías permiso para salir con Sonia?

Mi padre alzó una ceja sorprendido, mi madre se removió un sus sillón inquieta, Sony entre asustada por la respuesta de mi padre y enfurecida por que no le preguntara a ella sino a él los miraba a los dos calibrando sus miradas.

-Solo si prometes cuidar bien de ella.- Respondió pausadamente mi padre.

Ram sonrió.

-Sonia… ¿Quieres salir conmigo?

A ella se le humedecieron los ojos, pero antes de eso me envió una mirada de superioridad, le miró y asintió con la cabeza, se besaron apasionadamente. Se me había desencajado la mandíbula, estaba que casi echaba fuego por la boca, haciendo el mayor ruido posible al caminar me encaminé rápidamente a mi habitación, la abrí de mala leche y la cerré de un portazo tan grande que hasta tembló el suelo.

-¡JENNY COMO PEGUES OTRO PORTAZO EN ESTA CASA TE LARGAS AHORA MISMO!- escuché que gritaba mi madre, se oyeron risitas, ¡¡ajjj!! ¡No aguantaba más! Hice la maleta (bien hecha no como la mochila de Sonia) y me vestí. Bajé las escaleras abrí la puerta de la calle.

-¿A dónde te crees que vas?

-¡YO QUE SÉ!- salí de la casa y pegué otro portazo en las narices a mis padres.

-¡VUELVE AHORA MISMO AQUÍ!- eché a correr.

-¡JENNY!

Mi padre corrió tras de mí, me agarró, era ridículo, pataleé, le mordí le arranqué alguno de los escasos pelos que poblaban su cabeza, pero finalmente él consiguió retenerme entre sus brazos, era muy fuerte, demasiado… mi madre pasó a mi lado recogió la maleta, levantó la mano y me pegó un tortazo en la cara.

-No pienso ir dos veces en el mismo día a comisaría, ahora mismo entras en casa y te comportas como una persona normal.

-Me comportaré como una persona normal cuando vosotros abráis los ojos.

-No me replique así.

-Es que es la verdad, parece que soy la única que tiene cabeza aquí.

-¿Qué tiene cabeza? ¿Y eso por qué? Si es porque te preocupa tu hermana no te irías a yo que se dónde, te quedarías aquí cuidándola.

Por mucho que me doliera tenía razón. Por mis mejillas ya resbalaban amargas lágrimas.

-Déjala solo está celosa.- Dijo Sony desde detrás de mi madre, Ram la abrazaba por detrás.

-¡Tú te callas enana!

-¡No me llames enana!

-¡Vale ya las dos! ¡Que sois hermanas por el amor de Dios!

Las dos le enviamos una mirada furiosa y rabiosa a mi padre, que ante tanta ira se encogió un poco.