sábado, 29 de agosto de 2009

Capítulo 9

Hermanas Pequeñas…

(Punto de vista de Jenny)


Desperté en un hospital, mis padres aún llevaban los trajes de fiesta de ayer, me miraban con los ojos rojos e hinchados.

-Mamá, papá…-mi voy apenas fue un susurro, sentía la garganta seca, los ojos me escocían, las rodillas me ardían, y en mi cabeza aún quedaban esos últimos momentos en los que había intentado encontrar a mi hermana.

-Cariño, no hagas esfuerzos…- la voz de mi madre sonaba rasgada, rota por tanto y tanto llorar. Sus ojos se volvieron a llenar de lágrimas, mi padre le puso una mano en el hombro que ella rozó con sus largos dedos.

-¿Cuánto tiempo llevo inconsciente?

-Un día- dijo mi padre- es la una del mediodía.

Abrí los ojos tanto como podía, intenté levantarme mis padres me frenaron.

-Tienes que esperar…

-Pero Sony…- dije entre sollozos- Tengo que encontrarla… todo ha sido culpa mía…

-¿Qué ocurrió?- un policía nos observaba desde la puerta.

-El médico ha dicho que no haga esfuerzos.

-Mamá, tienen que encontrar a Sony…- mi madre quedó callada y con una angustia enorme asintió una sola vez dándome permiso para contarle todo lo que sabía.- Verás, yo estaba con un chico “malo” ya sabes que últimamente son los más cotizados, ayer cuando llegué a casa el me acompañó, Sony estaba muy asustada, es muy miedosa y con la tormenta eléctrica que había… ya se imagina usted. Yo le dije que me quedaría con ella y él protestó, me cabreé y corté con el… y entonces el me dijo…- se me quebró la voz, el policía compadecido me dejó llorar en paz.

-Será mejor que nos des los datos de ese ex tuyo, iremos a hacerle una visita.

-Roberto Sánchez Gutiérrez.

El policía lo apuntó en la libreta y me dedicó una media sonrisa.

-Tranquila, todo se solucionará, cuando estés mejor me dices esa cosa que te dijo…

Asentí, giré el cuello orientando mis ojos llorosos a mi madre.

-Lo siento… todo fue por mi culpa.

-Cariño… no digas esas cosas, no es cierto, tú no podías hacer nada.

-¿Entonces por qué se intentó escapar? Intentó salir por la ventana, pero yo la asusté y cayó, después desapareció, todo ha sido culpa mía.

-Jenny, eres la mejor hermana que se pudiera desear, y la mejor hija, si se fue sería por otra razón, no por ti…- me dio un beso en la frente y se fue al baño, mi padre ocupó su puesto en la silla y me cogió de la mano.

-¿No…? ¿no se iría por nosotros verdad?

-No papá, ella… estaba preocupada por vosotros, yo le quité importancia, sabía que estaríais con vuestros jefes aún por ahí. Y tal vez unió lo de Rob con vosotros…

Sonrió con cierta tristeza.

-Típico de ella…

-Sí… ella y sus paranoias.- Nos quedamos en silencio navegando entre nuestras fantasías.- Espero que no le haya pasado nada, ella… yo… no se que haría si no la tuviera, creo que si ella cayera yo iría detrás.

-¡No digas eso! ¡Primero porque va a volver a casa sana y salva, y segundo porque no te permitiré que tu también caigas! ¡Y para pesimistas ya estoy yo!

-Lo siento papá…

Respiró profundamente.

-Tranquila… es que… esto me esta volviendo loco…

-A todos nos vuelve locos papá, para algo se inventaron las hermanas pequeñas…- le dí un pequeño apretón en la mano que él tenía aferrada a mí y el me la devolvió junto a otra de sus tristes sonrisas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario